El autríaco Josef Fritzl, de 73 años, fue condenado este jueves a cadena perpetua e internamiento psiquiátrico por un tribunal de Sankt Polten (oeste de Austria) por el asesinato de uno de los hijos que tuvo con su hija Elizabeth, a quien mantuvo secuestrada durante 24 años.
Poco antes, el jurado había declarado a Fritzl culpable de los cargos de asesinato, incesto, violación, secuestro, coerción y esclavitud de su hija, que tuvo siete hijos de esa relación incestuosa durante los años en que permaneció cautiva en el sótano de su casa en Amstetten (130 kilómetros al oeste de Viena).
La decisión del jurado fue por unanimidad de sus ocho miembros.
Horas antes, la fiscal Christiane Burkheiser había reclamado la "pena máxima", es decir cadena perpetua, y el internamiento de Fritzl en un psiquiátrico por tiempo indeterminado.
La cadena perpetua corresponde al cargo de asesinato por la muerte de uno de los siete hijos. El bebé murió dos días después de nacer en 1996, por falta de atención médica.
La tragedia del 'monstruo de Amstetten' saltó a la luz en abril de 2008.
El juicio comenzó el lunes y entre los momentos más duros figuró la difusión del testimonio de Elizabeth en un vídeo de 11 horas. La mujer, que ahora tiene 42 años, tenía 18 cuando su padre decidió encerrarla en el sótano de la casa de 40 m2 sin ventanas ni ventilación
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