“Queridos hermanos, canciller, ministros, ministras y demás altos funcionarios del gobierno de Siria, pueblo sirio, señor canciller venezolano, demás compañeros ministros y altos funcionarios venezolanos. Desde aquí saludamos, cuando son las 6 de la tarde en Damasco, esta mágica ciudad, saludamos desde aquí al pueblo venezolano, saludamos a Caracas desde aquí, a toda Venezuela y a toda Siria, Damasco y a los pueblos de toda esta parte del mundo.
Gracias Bashar por esta nueva invitación que nos ha permitido venir a alimentarnos una vez más en esta tierra de esta sabiduría, de tanta experiencia, de tus reflexiones y de tu equipo, canciller, tus ministros, tu asesora.
Hemos tenido una conversación muy profunda, importante. Nos hemos paseado por los temas del mundo de hoy. Un mundo nuevo, así lo creo, un mundo nuevo que ya nació. No es el mundo de hoy el mismo de hace 10 años atrás; el mapa del mundo, el mapa geopolítico, económico, no es el mismo de la última década del siglo XX y de los primeros días del siglo XXI. Aquella mutación universal, aquella transformación de la que muchos pensadores vinieron hablando, sobre todo en las últimas décadas del siglo XX, recuerdo lecturas viejas de Fritjof Capra, por ejemplo, “El Punto Crucial”; Viviane Forrester, “El Horror Económico” y la mutación; Fidel Castro y sus reflexiones de hace 50 años, sus orientaciones. En fin, ha nacido un mundo nuevo y sigue naciendo. Debemos apurar su pleno nacimiento y fortalecerlo como cuando nació Cristo en esta tierra donde se consiguieron desde hace siglos cristianos verdaderos y musulmanes verdaderos en la fe.
Recuerdo el nacimiento de Cristo y el Rey Herodes que mandó por todos los niños, a liquidarlos porque había nacido el Mesías. Así es el mundo de hoy, es un bebé y hay varios Herodes que andan tratando de cortarle las alas, cercenarlo y acabarlo antes de que crezca, pero con el favor de Dios y el esfuerzo de millones y millones y líderes como tú Bashar, valientes, corajudos, inteligentes, estrategas y muchos otros lideres en este mundo que nació, estoy seguro que lograremos al mundo nuevo en los próximos años y quedará atrás ese mundo viejo de los imperios, de las hegemonías, de las agresiones contra los pueblos de la tierra y reinará —así lo sueño y lo creó, cada día lo creo con más certeza y optimismo racional— el mundo al que se refería nuestro padre Bolívar, “el mundo en equilibrio”, el equilibrio del universo. Hoy pudiéramos decir el mundo pluripolar, multipolar, equilibrado en lo político, en lo económico, en lo social, en lo cultural, la diversidad, en lo militar, lo geopolítico.
Hay un pensador y luchador palestino… desde aquí un abrazo al pueblo palestino que lucha por su independencia por su dignidad, a ese pueblo heroico de Palestina, nuestro saludo y nuestro compromiso de seguir luchando por sus derechos, es una lucha de todos nosotros, los pueblos árabes todos, que batallan y algún día, yo espero que tú me invites a visitar las alturas del Golán recuperadas por Siria y para Siria, algún día iremos por allá.
Edward Said, un luchador, intelectual, pensador palestino, lanzó esta frase en su libro “Culturas e imperialismos” de 1996: “Sobrevivir es hacer relaciones”, en el marco del tema tratado por él en su libro. Nosotros desde el comienzo de nuestra revolución así lo entendimos y antes, incluso.
En Moscú, en conversación larga con Dimitri Medviedev y con Vladimir Putin, y luego en Bielorrusia larga conversa con el presidente Lukashenko y después en Kiev, por primera vez, y larga conversa con el presidente Víktor Yanukóvich, y hasta allá, porque como sabemos fueron repúblicas de la Unión Soviética. Y fuimos a visitar la fábrica de camiones mineros, roqueros que ahora vamos a instalar en Venezuela, era la Unión Soviética, y ahora vemos las instalaciones, la tremenda tecnología, los trabajadores y trabajadores y quedamos abismados. Después fuimos a visitar una fábrica de autobuses de todos los tamaños, de camiones de cargas, grandes, pequeños, refrigerados, e igual, eso fue la Unión Soviética.
Después fuimos a los campos de Bielorrusia a ver una comuna agraria donde hay un portento de tecnología, de producción agrícola, producción de alimentos. Es una maravilla, tienen hasta la fábrica de asfalto, tienen un tren interno en la comuna sólo para la comuna; y luego en Kiev fuimos a la fábrica de Aviones Antonov, el avión más grande del mundo, no hay otra igual en el mundo.
En todos esos recorridos yo comentaba que la Unión Soviética no desapareció, ¿cómo va a desaparecer algo tan gigantesco? Una revolución de tal magnitud. No desapareció, sólo se transfiguró y ahí están sus hijos y sus hijas ahora en un mundo que emerge de nuevo y ahora extendiendo sus brazos a los países del Tercer Mundo, ahora haciendo alianzas como estamos haciendo.
Este mundo nuevo que nació producto de ese siglo XX huracanado, ese siglo XX estremecido y aquí entramos en el siglo XXI, a sobrevivir en esas relaciones. Nosotros comenzamos desde temprano haciendo relaciones, la Revolución Bolivariana y cuando comenzábamos era tiempo de sobrevivir, eran aquellos años finales de los 90, comienzo del siglo XXI cuando nos derrocaron, nos dieron golpes de estado, sabotaje económico, terrorismo, sabotaje petrolero, sabotaje alimentario. El imperio yanqui ensayó contra Venezuela todos los viejos métodos de golpe de estado y los nuevos, revolución de colores y se estrelló en todos y se seguirá estrellando en todos los intentos de detener la Revolución Bolivariana.
Ahora nosotros llegamos a Damasco un poco tarde, yo creo que hemos debido llegar antes. Esta es la tercera vez que vengo, pero en Teherán estuve por novena vez. Habíamos llegado muy cerca pero no se determinaba el camino a Damasco, hasta que un día nos invitó Bashar y aquí estamos y no nos iremos más nunca de Damasco, aquí llegamos con el corazón. Y llegamos aquí para hacer una relación como la que estamos haciendo, una alianza basada en el amor, en el sentimiento y esa es la más grande de las uniones que pueda haber. No hay nada que pueda con el amor y Siria y Venezuela nos amamos, nuestros pueblos se aman. Construyamos cosas grandes porque cosas grandes sólo se pueden construir sobre el amor, sobre los sentimientos, sobre el espíritu.
Ahora hoy a diferencia de entonces ya no estamos a este nivel de hacer relaciones para sobrevivir, ya no estamos a la defensiva, hoy estamos a la ofensiva, estamos hoy haciendo relaciones para acelerar la caída de la hegemonía imperialista y el nacimiento del nuevo mundo en equilibrio y en paz. Estamos a la ofensiva, ya no sólo para sobrevivir, estamos construyendo una alternativa, un camino alternativo al que se nos quiso imponer sobre todo después que cayó la Unión Soviética y entonces levantaban la bandera del mundo unipolar y en todo el continente Americano corría por todos lados la propuesta del ALCA, el Área de Libre Comercio, y sólo Fidel Castro y el pueblo heroico de Cuba levantaban la bandera de la independencia en el continente americano, ni siquiera del socialismo solamente, la independencia.
Casi todos los demás gobiernos estaban arrodillados al imperio yanque, pero comenzó a cambiar la historia y hoy cambió y cambió para siempre. Más nunca el mundo será como fue.
Un día me dijo Fidel después que se vino toda esta avalancha de movimientos de liberación en el continente que fueron llegando a los gobiernos —Lula en Brasil, Néstor Kirchner y ahora Cristina en Argentina, Tabaré Vásquez y ahora Pepe Mujica en Uruguay, el Obispo de los pobres Lugo en Paraguay, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua— entonces me dijo Fidel: “Chávez el genio se salió de la lámpara y más nadie podrá meterlo de nuevo”. Eso sigue y seguirá ocurriendo no sólo en América Latina, en el mundo.
Recordábamos a Mao Tse Tung que dijo: “Algún día el imperio terminará siendo un gran tigre de papel y nosotros pequeños tigres de acero”. Nosotros, Siria, Venezuela, pequeños tigres de acero, Cuba, Bielorrusia, Irán, Ecuador, Bolivia. El mundo estará poblado por una verdadera jauría de tigres de acero para la paz y no habrá un gran tigre que pretenda tragarnos a todos.
En esa dirección vamos y hemos venido nosotros, además de fortalecer la amistad, el afecto, alimentarnos mutuamente, a seguir construyendo, tejiendo, como dice Luis Bilbao, un mundo nuevo, los polos del mundo nuevo.
¿Quién puede dudar que Damasco se haya convertido en uno de los polos del mundo nuevo? ¿Quién puede dudar que Caracas se haya convertido en uno de los polos del mundo nuevo? Pues nosotros estamos obligados a tejer las redes entre Damasco y Caracas con hilos de acero, unas nuevas relaciones económicas, geopolíticas, sociales, culturales, tecnológicas, energéticas, alimentaria para ir juntos a superar los grandes desafíos que nos impone el tiempo que hemos comenzado a vivir, para no volver atrás más nunca.
En segundo lugar, en este mundo de relaciones a las que yo me refiero, redes de acuerdo, de convenios, se han firmado hoy un conjunto de nuevos acuerdos, seis nuevos acuerdos que son para que se conviertan en hechos concretos, de eso depende que tengamos éxito. Porque si vinimos a firmar papeles para después archivarlos estaríamos matando al niño nosotros mismos, ni siquiera Herodes lo mataría, nosotros seríamos su propio Herodes. Es necesario que todo esto vaya concretándose a la realidad, en la realidad”.
Hugo Chávez en rueda de prensa conjunta con su homólogo sirio. Damasco, Siria. 21 de octubre de 2010
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