"El problema es que la simpàtica historia que genera tantas o màs ganancias al capitalismo que el niño Jesus cada dia gana màs adeptos. Porquèe serà???????...El consumismo nos contamina?????
Que hacer? Que no hacer? Que estamos haciendo o que NO ESTAMOS HACIENDO?" Stella Araque.
La Navidad proviene de la antigua costumbre babilónica, y que Roma en su constante afán de sincretismo religioso la trasladó como fiesta cristiana. La Navidad no tiene su origen en el cristianismo, sino en el paganismo de Babilonia aproximadamente 2.600 años a.C. La historia relata que en aquel entonces existía una reina llamada Semiramis, en cuyo vientre crecía su hijo Tamuz, que según aquella religión, habría concebido virginalmente. Aquel hijo era la reencarnación del Dios Sol (Ra para los egipcios y Baal para los caldeos) y su alumbramiento se celebraba con fiestas, orgías y en particular se adornaban árboles con cerezas rojas y bolas brillantes en representación del Sol. La costumbre surgió de una creencia babilónica que decía que Semiramis, la madre de Tamuz afirmaba que, durante la noche, un árbol de pino verde se desarrolló de un tronco muerto. El tronco supuestamente representaba a su esposo muerto, llamado Nimrod; así ese árbol llegó a ser el símbolo de que Nimrod había revivido en la en la persona de Tamuz. Antiguas civilizaciones adoraban el árbol considerándolo como símbolo ideal de la vida. Por su característica vertical, el árbol representaba los atributos del dios babilónico llamado Falo.
La Navidad proviene de la antigua costumbre babilónica, y que Roma en su constante afán de sincretismo religioso la trasladó como fiesta cristiana. La Navidad no tiene su origen en el cristianismo, sino en el paganismo de Babilonia aproximadamente 2.600 años a.C. La historia relata que en aquel entonces existía una reina llamada Semiramis, en cuyo vientre crecía su hijo Tamuz, que según aquella religión, habría concebido virginalmente. Aquel hijo era la reencarnación del Dios Sol (Ra para los egipcios y Baal para los caldeos) y su alumbramiento se celebraba con fiestas, orgías y en particular se adornaban árboles con cerezas rojas y bolas brillantes en representación del Sol. La costumbre surgió de una creencia babilónica que decía que Semiramis, la madre de Tamuz afirmaba que, durante la noche, un árbol de pino verde se desarrolló de un tronco muerto. El tronco supuestamente representaba a su esposo muerto, llamado Nimrod; así ese árbol llegó a ser el símbolo de que Nimrod había revivido en la en la persona de Tamuz. Antiguas civilizaciones adoraban el árbol considerándolo como símbolo ideal de la vida. Por su característica vertical, el árbol representaba los atributos del dios babilónico llamado Falo.
Para esos tiempos se popularizó mucho el culto de “La Madre y el Hijo”, elevándose ambos a la estatura de divinidades. A Semiramis le llamaron “La Reina del Cielo”, y esta fue adoptando varios nombres, tales como Astarot, Diana, Isis y Astarte.
BABILONIA, ROMA y la NAVIDAD
No cabe duda que el paganismo de Babilonia trascendió las fronteras, asentándose con mucha fuerza en el politeísmo del imperio romano. Es ahí, donde se celebraba el día 25 de diciembre como “El festival de invierno” , en conmemoración del alumbramiento de Tamuz, (Saturno para los romanos) el dios sol encarnado.
Esta festividad iba acompañada de orgías, desenfrenos y una gran inclinación hacia el valor de la amistad, lo cual se demostraba con intercambio de regalos y presentes para aquella fecha. También surgió la costumbre de adornar las puertas de cada casa, con coronas de flores y hojas verdes y por cierto la práctica de adornar un árbol con frutas y decorativos alusivos al dios sol. Esta era la fecha del solsticio de invierno y el centro de todo, era recordar y celebrar el nacimiento de la divinidad solar cuya concepción se había realizado en la virgen matriz de la reina del cielo.
La importancia de la fertilidad representada en la firmeza y erección de los troncos de los árboles, era una característica de todas las culturas paganas que la historia registra.
En la fiesta de Saturno del 25 de Diciembre de cada año, los romanos adornaban los árboles con bolas de colores y frutas, representando la fertilidad y el tributo al dios sol.
También acostumbraban a identificar sus casas con coronas de flores y hojas verdes colgadas en las puertas de sus casas.
El SINCRETISMO CATÓLICO-ROMANO
Más tarde, cuando fue establecido el catolicismo romano bajo las falsas pretensiones religiosas de Constantino, aproximadamente por el año 325 d. C., toda la mezcla del paganismo babilónico y romano, fue introducida deliberadamente al cristianismo.
La antigua Semiramis (Venus, Osiris, etc.) pasó a llamarse “virgen María” y a la encarnación del dios sol Tamuz (Baal, Moloc, etc.), se le llamó “Jesús”.
El festival del solsticio de invierno celebrado el 25 de diciembre de cada año, pasó a ser la fecha oficial del nacimiento de Jesús. El antiguo árbol que la religión de Babilonia adornaba en celebración del nacimiento de Tamuz, pasó a llamarse “EL Árbol de Navidad”.
SANTA CLAUS
Este personaje fue introducido a la tradición popular por el catolicismo romano.
El sacerdote católico Nicolás, obispo de Mira en el tiempo del Emperador Diocleciano (siglo IV), entre todas sus prácticas religiosas, acostumbraba en época de “navidad” a dar regalos y presentes a los niños. Luego de su muerte, la iglesia de Roma lo elevó a los altares y desde ahí que pasó a ser “San Nicolás o Santa Claus”, a quien todos los niños esperaban ansiosamente, para recibir los regalos en época navideña.
Más tarde, este “San Nicolás” adoptó el nombre de “Papá Noel” de la raíz francesa que a su vez deriva del latín “Natalis, natal”, o sea “Padre de la navidad”.
Este “Papá Noel” trascendió hasta Occidente y ya, en época contemporánea, fue introducido en diversas historias que hablaban de su origen, relacionándolo con el Polo Norte, con la participación de gnomos y renos que lo trasladaban en su tarea de repartir “regalos” por todo el mundo.
En 1931, la empresa multinacional Coca-Cola tomó a este popular personaje y lo vistió con sus colores corporativos y es ahí donde se produjo una verdadera explosión y propagación de la creencia en este “súper ser”