Sus carceleros utilizaron los ahogos simulados, una técnica empleada por la CIA estadounidense a terroristas.
El periodista iraquí Muntazer Al Zaidi, preso por haber lanzado en diciembre de 2008 sus zapatos contra el entonces presidente de Estados Unidos George W. Bush, recobró ayer su libertad y acusó a sus carceleros de haberlo torturado.
Condenado a un año de prisión, el periodista, considerado como un héroe por muchos en el mundo árabe, pero criticado por otros en Irak por su gesto, fue liberado por buena conducta al cabo de nueve meses.
A la salida de la cárcel fue acogido por su antiguos colegas y una pequeña orquesta y para celebrarlo se degollaron varios corderos.
“En momentos en que el primer ministro Nuri Al Maliki afirmaba a las cadenas de televisión que no dormiría hasta que tuviese garantías de mi suerte (...) a mí me torturaban de la peor de las maneras, golpeándome con cables eléctricos y barras de hierro”, afirmó el periodista poco después de salir libre.
Al Zaidi hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa en los locales de Al Baghdadia, donde trabajaba antes de su gesto y su condena. Poco después, partió a Siria.
“Me abandonaron en un lugar donde no estaba protegido del frío”, agregó, asegurando que sus carceleros utilizaron los ahogos simulados, una técnica empleada por la CIA estadounidense con los sospechosos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“Le pido (al primer ministro Nuri Al Maliki) que presente sus excusas por haber ocultado la verdad”, insistió.
Muntazer Al Zaidi justificó su gesto contra Bush afirmando que había querido “vengar” a las víctimas de la guerra en Irak, pero se negó a ser considerado “un héroe”.
“La oportunidad se presentó y no la dejé pasar. Lo que quería al lanzar mis zapatos al rostro del criminal Bush era expresar mi rechazo a sus mentiras y a la ocupación de mi país”, añadió, estimando que Irak seguía siendo “cautivo” de los estadounidenses.
Sin descartar totalmente que reanude su trabajo de periodista con la cadena de televisión iraquí, afirmó que deseaba ayudar a las viudas y a los huérfanos, víctimas de la guerra en Irak.
Al Zaidi, de 30 años, saltó a la fama el 14 de diciembre de 2008 cuando lanzó sus dos zapatos a la cabeza de Bush durante una rueda de prensa en Bagdad. El ex presidente realizaba su última visita al país que sus tropas invadieron en 2003.
María Alejandra Villegas G
Dirección Internacioanl OBNU
Condenado a un año de prisión, el periodista, considerado como un héroe por muchos en el mundo árabe, pero criticado por otros en Irak por su gesto, fue liberado por buena conducta al cabo de nueve meses.
A la salida de la cárcel fue acogido por su antiguos colegas y una pequeña orquesta y para celebrarlo se degollaron varios corderos.
“En momentos en que el primer ministro Nuri Al Maliki afirmaba a las cadenas de televisión que no dormiría hasta que tuviese garantías de mi suerte (...) a mí me torturaban de la peor de las maneras, golpeándome con cables eléctricos y barras de hierro”, afirmó el periodista poco después de salir libre.
Al Zaidi hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa en los locales de Al Baghdadia, donde trabajaba antes de su gesto y su condena. Poco después, partió a Siria.
“Me abandonaron en un lugar donde no estaba protegido del frío”, agregó, asegurando que sus carceleros utilizaron los ahogos simulados, una técnica empleada por la CIA estadounidense con los sospechosos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“Le pido (al primer ministro Nuri Al Maliki) que presente sus excusas por haber ocultado la verdad”, insistió.
Muntazer Al Zaidi justificó su gesto contra Bush afirmando que había querido “vengar” a las víctimas de la guerra en Irak, pero se negó a ser considerado “un héroe”.
“La oportunidad se presentó y no la dejé pasar. Lo que quería al lanzar mis zapatos al rostro del criminal Bush era expresar mi rechazo a sus mentiras y a la ocupación de mi país”, añadió, estimando que Irak seguía siendo “cautivo” de los estadounidenses.
Sin descartar totalmente que reanude su trabajo de periodista con la cadena de televisión iraquí, afirmó que deseaba ayudar a las viudas y a los huérfanos, víctimas de la guerra en Irak.
Al Zaidi, de 30 años, saltó a la fama el 14 de diciembre de 2008 cuando lanzó sus dos zapatos a la cabeza de Bush durante una rueda de prensa en Bagdad. El ex presidente realizaba su última visita al país que sus tropas invadieron en 2003.
María Alejandra Villegas G
Dirección Internacioanl OBNU
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