Según el diccionario. “un ritual es una serie de acciones, realizadas principalmente por su valor simbólico, que es prescrita por una religión o por las tradiciones de una comunidad. El término "rito" proviene del latín ritus. Los rituales se realizan por diversas razones, tales como la adoración de un dios (lo que correspondería un ritual religioso) o simplemente para denominar a una acción cotidiana que se repite desde hace mucho tiempo, por ejemplo: luego de levantarse a la mañana abrir las ventanas” (costumbres o tradiciones).
La costumbre que se observa hoy en día de celebrar sus cumpleaños se remontan a muchos siglos atrás en la historia. Según investigaciones esta celebración nace dentro del dominio de la “magia” (superstición) y la religión. En la antigüedad, las costumbres de felicitar, dar regalos y hacer una fiesta, con las velas encendidas, tenían el propósito de proteger de los “demonios”(espíritus oscuros) que se le acercan a las personas a los que se les celebraba su cumpleaños, en forma de agradecimiento y de garantizar la seguridad de las personas durante el año entrante.
Hasta el cuarto siglo, el cristianismo rechazó la celebración de cumpleaños como una costumbre pagana.
Los cumpleaños proceden de la práctica pagana de la astrología. Miles de años atrás cuando algunos hombres (astrólogos) miraban hacia el cielo y trazaron un gráfico de las estrellas, ellos inventaron un calendario y calcularon las fechas de nacimientos, hasta la mínima hora, de los reyes, gobernantes y de sus sucesores. Estos antiguos astrólogos paganos meticulosamente examinaron los horóscopos y presagios de fechas de nacimientos porque ellos creían que el destino de los ricos y poderosos podían afectar a toda la sociedad.
En el antiguo Egipto, los faraones ordenaban que los negocios cerraran en sus cumpleaños y daban enormes fiestas para cientos de sirvientes
En la antigua Grecia, hombres ricos se juntaban en clubes de cumpleaños los cuales eran exclusivamente de hombres que compartían sus cumpleaños. Una vez al mes el club celebraba con una fiesta. Cuando un miembro desencarnaba dejaba dinero para ayudar a costear futuras fiestas.
Los griegos creían que toda persona tenía un espíritu protector, que estaba presente el día de su nacimiento y que cuidaba de ella durante su vida. Este espíritu tenía una relación mística con el “dios” en cuyo día de cumpleaños la persona nacía.
Los romanos también aceptaban esta idea. Esta idea fue transmitida al campo de las creencias humanas y se refleja en la idea del ángel custodio, el hada madrina y el santo patrón.
La costumbre de las tortas o bizcochos con las velas encendidas comenzó con los griegos. Estos se ponían sobre los altares del templo de Artemis tortas redondas como la luna, hechas con miel, que tenían cirios encendidos. La creencia folklórica es que las velas de cumpleaños están dotadas de magia especial para conceder deseos (superstición). Los cirios encendidos y los fuegos relacionados con sus sacrificios han tenido un significado místico especial desde el tiempo en que el hombre comenzó a erigir altares a sus “dioses”, de modo que se cree que las “velas de cumpleaños” rinden honra y tributo a la criatura que celebra su cumpleaños y le traen buena suerte.
En la antigua Roma, el emperador daba grandes fiestas en honor de su propio cumpleaños, que incluían paradas, circos, y combates de gladiadores. La celebración de los días de cumpleaños era tan importante para el ciudadano Romano que el calendario Romano designaba una mayoría de días para alguna forma de celebración—incluyendo muchos cumpleaños de dioses y hombres famosos.
El calendario Romano, con su énfasis en celebraciones continuas, ha tenido una gran influencia en la sociedad moderna.
Con la aparición del cristianismo, la tradición de celebrar los cumpleaños cesó por completo. Los primeros seguidores Cristianos, creían que los niños entraban en este mundo manchadas ya sus almas por el pecado original de Adán, el mundo era un lugar duro y cruel, en el que no había razón para celebrar el cumpleaños de nadie. Sin embargo, puesto que la “muerte” era la auténtica liberación, el paso al “paraíso eterno”, el día de la “muerte” de cualquier persona merecía ser conmemorado con plegarias. Contrariamente a la creencia popular, eran los días de la desencarnación, y no del nacimiento de los santos, los celebrados y los que se convertían en sus “festividades”.
Los dirigentes del cristianismo interpretan muchas referencias cristianas primitivas a los aniversarios como el paso a la otra vida, El aniversario de un santo no es aquel en que nacieron (encarnaron), sino aquel en el que desencarna .Había otra razón por la que los primeros sacerdotes cristianos predicaban contra la celebración de los cumpleaños. Ellos consideraban estas festividades, originadas entre egipcios y griegos, como reliquias de las prácticas paganas. En el año 245 d.J., cuando un grupo de antiguos historiadores cristianos trató de fijar la fecha exacta del nacimiento de Jesús de Nazareth, muchos consideraron sacrílega esta investigación, proclamando que sería pecaminoso celebrar el nacimiento de Jesús de Nazareth como si fuese un faraón.
Sin embargo, en el siglo IV los cristianos comenzaron a modificar su actitud respecto a las celebraciones de los cumpleaños, e inició también serios estudios para determinar la fecha del nacimiento de Jesús de Nazareth. El resultado, marcó el comienzo de la tradición de la “Navidad”. Con la celebración de la natividad de Jesús, el mundo occidental recuperó la celebración de los cumpleaños.
En el siglo XII, las parroquias de toda Europa registraban ya los nacimientos de sus habitantes, y las familias observaban tales fechas con celebraciones anuales.
Hace muchos años comenzó la tradición de las fiestas de cumpleaños en Europa. Las fiestas modernas de cumpleaños y celebraciones por los niños toman su forma principalmente de Alemania, donde el niño del cumpleaños recibe regalos, escogió un menú y recibió un pastel de mantequilla o de mermelada con una velita.
Decir “feliz cumpleaños” a los amigos y personas queridas era la manera supersticiosa de la sociedad de protegerlos a ellos de malos espíritus. Ruidos, golpes aplausos de cumpleaños, entre otros, se decía que era para traer “suerte “y apartar a los malos espíritus. Los juguetes de hacer bulla en los cumpleaños y cornetas se usaban con la intención de que el ruido espantara a los “espíritus de mala suerte”.
Se temía que los “espíritus malignos” eran atraídos hacia las personas que cumplían año. Para protegerlos del mal, amigos y familiares acompañaban a la persona ese día deseándole buenos pensamientos y deseos. Al principio los reyes, por su grandeza, eran los únicos que celebraban su cumpleaños. Luego con el tiempo los niños fueron incluidos. Las primeras celebraciones ocurrieron en Alemania y se llamaron "kinderfeste".
Siempre mas allá, tu hermano Jesús Morles
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