La aparición de varias listas con amenazas de muerte a unos 90 jóvenes y adolescentes, días después de que dos de ellos fueran asesinados, tiene atemorizados a los habitantes del municipio colombiano de Puerto Asís (suroeste) y ha llevado a varias familias a abandonar el lugar.
Así lo explicó hoy Andrés Gerardo Verdugo, secretario de Gobierno del selvático departamento de Putumayo, al que pertenece Puerto Asís, al relatar a la radio RCN que esas listas, que circulan a través de la red social Facebook, ha creado pánico y zozobra en toda la comunidad.
Los padres de familia, preocupados, han empezado a sacar a sus hijos del municipio, indicó Verdugo, quien anotó que se ha reforzado la seguridad en Puerto Asís y que las autoridades, con la colaboración de la Policía, han iniciado ya las investigaciones pertinentes.
Según Verdugo, la primera lista, que da tres días a los amenazados para salir del municipio, apareció después del 15 de agosto, día en el que fueron asesinados en una vía rural de Puerto Asís dos de los jóvenes que figuran en ella.
Luego apareció una segunda lista con más nombres y este lunes la tercera, que contiene amenazas contra 31 mujeres adolescentes de Puerto Asís.
En total, son unos 90 los amenazados, entre jóvenes y adolescentes, y además el pasado sábado comenzó a circular un panfleto en contra de miembros de la policía del municipio, detalló Verdugo.
El Defensor del Pueblo, Vólmar Pérez, condenó el pasado fin de semana la situación en Puerto Asís y recomendó abrir una investigación para esclarecer la procedencia de las amenazas, que podrían provenir de la banda narcotraficante Los Rastrojos.
El diario El Tiempo publica este martes un informe, elaborado con datos de investigaciones abiertas en la Fiscalía, que recoge otros casos recientes de amenazas similares en Arbeláez, en el departamento central de Cundinamarca, y en Pasto, capital de Nariño (suroeste), reseñó EFE.
La organización no gubernamental Centro de Investigación y Educación Popular, Cinep, denunció que se han denunciado 225 casos en 25 departamentos.
Según Carlos Fernández, investigador del Cinep, la forma más común de esas amenazas es una hoja con una bandera, con el nombre de Águilas Negras o Rastrojos en donde sentencian a guerrilleros, dirigentes sindicales y líderes de organizaciones no gubernamentales a la pena capital.Esos casos, que han provocado el éxodo de pequeños grupos de pobladores de esos lugares, forman parte de la estrategia de las nuevas bandas criminales para controlar municipios clave para el narcotráfico, según los investigadores citados por El Tiempo.
Es el mismo patrón que usó el grupo paramilitar ya desmovilizado Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en la década de los noventa: una limpieza social para justificar su presencia en los cascos urbanos y capturar la economía, argumenta uno de esos investigadores.
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