Pero volvamos a la foto en cuestión. Se trataba de un imagen antigua, según la fiscalía de 2006 y según el diario de diciembre de 2009, en la que aparecen una decena de cadáveres, desnudos y amontados en la morgue de Caracas, cuya difusión suponía un evidente atentado a la dignidad de los fallecidos y a la sensibilidad de la ciudadanía, no olvidemos que estaba en primera plana a cinco columnas. El periódico recurría a esta sensacionalista foto para ilustrar una noticia que titulaba “15 millones de armas ilegales hay actualmente en el país”. La prohibición no procedía del gobierno venezolano, sino Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Caracas, que establecía la prohibición de publicar “imágenes, informaciones y publicidad de cualquier tipo, con contenido de sangre, armas o mensajes de terror”. Y la denuncia surge del Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idena). Por su parte, la Defensoría del Pueblo señaló que la fotografía violaba la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopna), curiosamente una legislación anterior a Chávez. Al contrario de lo titulado por el periódico español, era la publicación de esa foto el mejor ejemplo de desinformación. ¿Quiénes eran esos muertos? ¿cómo perdieron la vida? Nada de ello formaba parte de la noticia, estábamos ante una fotografía al servicio de la desinformación. Mientras que el gobierno estadounidense prohibía fotografías de los ataúdes con los soldados muertos en Iraq, algunos dueños de periódicos en Venezuela quieren exponer los cadáveres de venezolanos desnudos y amontonados en las primeras páginas. Lo primero es una medida gubernamental para ocultar las víctimas de la guerra, lo segundo una decisión judicial de respeto a un fallecido, cuya foto se quiere explotar meses o años después.
Vale la pena recordar que el diario El País establece en su libro de estilo. En el apartado 5.4.: “Las fotografías con imágenes desagradables sólo se publicarán cuando añadan información”. Y en el 5.5.: “Debe extremarse el cuidado con la publicación de fotos de archivo utilizadas como simple ilustración de contenidos de actualidad. Los periodistas han de velar por que tal inserción de ilustraciones, al ser extraída del entorno en que fueron tomadas, no dañe la imagen de las personas que aparezcan en ellas. En cualquier caso, deberá expresarse siempre en el pie de la fotografía a qué fecha y situación corresponde”. Es evidente que la fotografía de El Nacional, que no aportaba ninguna información puesto que procedía de archivo, no hubiera sido publicada en la prensa española. O quizás sí, si hubiera en ese país un gobierno que les molestara tanto como el de Chávez.
Por Pascual Serrano (Periodista español. Director del sitio alternativo en Internet Rebelión. Su último libro editado en España es “Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra”).
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